Brasil viene aprendiendo el valor de la colaboración para el éxito de cualquier iniciativa social. Los dos últimos años han sido ejemplares en este sentido. Nuestro país ha sentido como pocos el impacto de la pandemia, contabilizando hasta el momento 600.000 vidas perdidas, sin mencionar el crecimiento exponencial del desempleo, la pobreza y el hambre.
Si aún no nos hundimos en el caos social, se lo debemos a los miles de héroes y heroínas del tercer sector, que voluntariamente tendieron la mano a los sectores más necesitados de la población.
Cuando las fuentes de ingresos en la periferia desaparecieron, estos profesionales estuvieron en primera línea, proporcionando alimentos, artículos de higiene personal, mascarillas, alcohol en gel, material escolar y otros tipos de ayuda. Nuestras autoridades públicas no lograron apoyar a los más pobres con atención médica e ingresos de emergencia suficientes para garantizar una vida digna. Por eso, millones de brasileños lograron superar los peores momentos de la pandemia sólo gracias, sobre todo, al poder de la colaboración.
Debemos aprender al menos una lección de la crisis actual: sin trabajo colectivo, sin unidad en torno a objetivos comunes, nunca construiremos el país más justo con el que todos soñamos. Es necesario establecer una alianza entre el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y el tercer sector para centrar los esfuerzos en las demandas reales de los más necesitados. Colaborar, después de todo, también significa incluir a los más pobres en los procesos de toma de decisiones, permitiéndoles definir estrategias, proyectos y políticas públicas que impactarán directamente en sus vidas.
Este esfuerzo requiere un nuevo liderazgo social, que, una vez más, depende de la colaboración entre diferentes actores del tercer sector para ponerlo en marcha. Por eso celebramos la colaboración entre Gerando Falcões y Movimento Bem Maior , que completa un año de resultados prometedores.
El objetivo de esta unión es acelerar el programa de formación de líderes sociales que mantiene Gerando Falcões, a través de la Universidad Falcons, ampliando así el impacto de las acciones de desarrollo social promovidas en las favelas. Después de un año de colaboración, superamos las expectativas, capacitando a más de 100 líderes y abriendo, sólo a finales de 2020, 11 nuevas unidades aceleradas por Gerardo Falcões, que duplicó su tamaño.
Gerardo Falcões está actualmente presente en más de 1.540 favelas y cuenta con más de 138 ONG en su ecosistema. El objetivo para 2023 es estar presente en más de 10 mil favelas, abrir 100 unidades aceleradas para su red y, con la ayuda del Movimento Bem Maior, formar a más de 3.340 nuevos líderes sociales.
Son objetivos ambiciosos, pero viables para quienes trabajan en equipo. Esto se debe a que intercambiar experiencias hace que nuestras acciones sean más eficientes. Ninguna entidad del tercer sector tiene experiencia en todo tipo de proyectos. Por tanto, es necesario compartir conocimientos, especialmente los adquiridos en la práctica, para que redes de solidaridad enteras puedan replicar iniciativas exitosas.
Este intercambio también mejora la gobernanza de las organizaciones sociales y sus redes de apoyo, permitiendo acciones más concretas, con metas bien definidas, transparencia y medición de resultados. Sin mencionar que una buena gestión atrae más apoyo, incluido el financiero, esencial para cualquier iniciativa solidaria.
La colaboración es lo que garantiza unir a las personas en torno a objetivos e ideales. La pandemia nos ha relegado a una gravísima crisis económica y social, pero también nos ha dado pistas, a través de innumerables ejemplos del poder transformador del trabajo colectivo, de cómo podemos salir de esta crisis. Construir un país más solidario implica la colaboración entre diferentes actores sociales, unidos en torno al compromiso de extinguir la pobreza, reducir la desigualdad social y crear oportunidades en las favelas de Brasil.
Carola Matarazzo y Edu Lyra
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web Estadão .