Activista humanitaria defiende la adopción de prácticas comerciales para aprovechar donaciones
Las organizaciones sin fines de lucro viven en una prisión que les impide crecer y transformar su entorno. Esta es la visión del empresario y activista estadounidense Dan Pallotta, que participó del 3er Seminario Doar, un evento dirigido al tercer sector, emprendedores sociales y filántropos y organizado por el Instituto Mol y el Movimento Bem Maior, que tiene a Época Negócios como media partner .
Dan Pallotta / Divulgación
Cuando Dan Pallotta subió al escenario de la serie Ted Talks en 2013, pensó que nadie prestaría atención a sus palabras. Siete años y más de cinco millones de visitas después, el vídeo sigue llamando la atención al resaltar los problemas en la estrategia de financiación de las ONG y las contradicciones en lo que se espera de ellas.
“La caridad no cambió el mundo como esperábamos porque no era lo que le pedíamos. Exigimos a las organizaciones que mantuvieran sus gastos generales bajos y donaran la mayor cantidad posible a la causa, sin invertir en personal ni en formas de recaudar más. Si están marcando la diferencia, es en el fondo”, afirma.
Pallotta afirma que el tercer sector compite por los recursos en gran desventaja respecto al sector privado y se le anima a seguir siendo pequeño. Para él, esta brecha disminuiría con la inversión en mejores salarios en las organizaciones, el uso del marketing y la publicidad para atraer nuevos donantes y la posibilidad de acceder a mercados de riesgo, que pagan más agresivamente. También sería necesario contar con la paciencia de los inversores para crear nuevas formas de recaudación de fondos, lo que podría llevar mucho más tiempo que un año fiscal.
Afirma que las ONG necesitan “liberarse de esta prisión” para poder atraer más donantes y multiplicar su impacto. Para ello, sería necesario convencer a los financistas actuales de la importancia de cambiar la estrategia. “Si no puedo gastar dinero para conseguir más recursos, no puedo encontrar otros donantes y entonces tendré que pedirles dinero otra vez”, argumenta.
El activista defiende la “alfabetización sobre la donación”, lo que explica los inconvenientes de seguir el camino trazado hasta ahora. Su libro más reciente, The Everyday Philanthropist (sin traducción al portugués), es una de las herramientas que recomienda para popularizar estas ideas y hablar con sus financiadores de una manera diferente. Pero reconoce que es un camino arduo, que requiere mucha repetición y convencimiento. "Promueva debates sobre el tema, hable sobre cómo la 'vieja manera' no ha funcionado y repita, repita, repita".
Y ha repetido su mantra, incluso ante los multimillonarios que buscan su ayuda. “Yo les digo: dejen de darle su dinero a los niños o a los pobres. Encuentre las mejores organizaciones que ayudan a los niños y a los pobres y entregue su dinero al departamento de recaudación. Piden un plan de negocio específicamente dirigido a este fin, para que puedan encontrar más donantes y recaudar más dinero”, afirma.
Nacida en los años 60, Pallotta gusta de citar la misión Apolo, que llevó al hombre a la Luna, como ejemplo de un sueño tomado en serio y que se tradujo en innovación y avance para toda la humanidad. “Desde el momento en que desafías a alguien, como lo hizo John F. Kennedy al fijar un plazo, comienzas a hablar del tema y adoptas una postura más valiente, lo que conduce a la colaboración y a la creación de nuevos pensamientos”, afirma.
Quiere inspirar a las organizaciones a recordar el sueño que las motivó a trabajar con una determinada causa y hacerlas adoptar una nueva postura para cambiar su trayectoria. “Cambiamos la forma en que la gente piensa sobre los cinturones de seguridad y el matrimonio homosexual. La historia no es más que un registro de cambios. Y ahora tenemos que cambiar la forma en que la gente piensa sobre la caridad”, concluye.
Este texto fue publicado originalmente en el sitio web Época Negócios .