¿Qué dirías si supieras que todos los habitantes de Portugal, Suecia, Dinamarca e Irlanda se mueren de hambre? Toda esta población sin tener qué comer. Daría miedo pensar que todos los habitantes de estos cuatro países sufren privación de alimentos. Seguramente causaría indignación y conmoción general, ¿verdad? Incorrecto. Al menos eso no es lo que ocurre actualmente en nuestro país.
Tenemos 33 millones de brasileños pasando hambre, un número de personas mayor que la población combinada de estos países, y sin embargo no vemos una indignación que esté a la altura de la gravedad de la situación. Ni siquiera la indignación que presenciamos en 1993, cuando el sociólogo Betinho lanzó una campaña nacional para combatir el hambre que afectó a 32 millones de brasileños ese año. En Brasil en 2022, además de los 33 millones de personas que padecen hambre, todavía hay 125 millones de personas que padecen inseguridad alimentaria.
El hambre afecta al 15% de nuestra población y necesitamos medidas urgentes. Con el objetivo de cambiar este escenario, algunas organizaciones, entre ellas el Movimento Bem Maior, se unieron para reeditar la iniciativa que fue fundamental en los años 1990, Acción Ciudadana.
La iniciativa es un pacto para el 15% que no tiene nada que comer, priorizando la lucha contra el hambre uniendo a toda la sociedad. La campaña, lanzada el 15 de julio, tiene como lema 15 por 15; sugiere donar para ayudar a este 15% de la población, ya sea una donación de 15 artículos, 15 minutos u horas de trabajo voluntario, 15 kilos de comida, 15 comidas… La página de la iniciativa presenta diferentes formas de participar y contribuir. Es un llamado a todos los sectores –público, privado y sociedad civil organizada– a contribuir de alguna manera y, sobre todo, a tomar conciencia de la gravedad de las circunstancias que vivimos hoy.
No ha pasado ni una década desde que Brasil salió del Mapa del Hambre de las Naciones Unidas (ONU) en 2014, y ocho años después tenemos la peor cifra de la historia. Sólo nuestras acciones pueden revertir esta situación y volver a encaminarnos para acabar con el hambre en el país para 2030, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Este es un trabajo para el presente, el alimento de cada ciudadano cada día y para nuestro futuro. Sabemos que una persona que tiene hambre no puede estudiar, no puede trabajar, porque la falta de alimentos afecta su salud física y mental. Un país que tiene hambre es un país enfermo.
Necesitamos el compromiso de todos.
Si hoy tienes un plato de comida que no está dentro del índice del 15%, debes poner de tu parte. Como dice el lema de Acción Ciudadana, “Si no pasas hambre, tienes que ser parte de la solución”.
Esta es una solución conjunta que debemos buscar como sociedad. No podemos despertarnos y dormir como si no fuéramos 33 millones de brasileños pasando hambre. Niños, bebés, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres de todo el país. Necesitamos reintegrar a ese 15% con condiciones para una vida digna, donde al menos haya algo para comer.
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Artículo publicado originalmente el 4 de agosto de 2022 en el diario O Povo. Compruébalo aquí