El término filantropía , en el diccionario, significa amor a la humanidad y generosidad. Trae la idea de que todos podemos ejercer la filantropía, actuando por el bien de las personas. La responsabilidad social , a pesar de estar directamente vinculada a las empresas, se refiere a prácticas éticas que contribuyen a una sociedad más justa. La relación entre estos dos términos y sus significados puede confundirse fácilmente. Por eso, es importante distinguir cómo funciona cada uno y qué promueven.
¿Y sabes diferenciar entre estos dos términos que influyen directamente en la vida de las personas? Entonces, continúa leyendo este texto y comprende las características de cada acción y sus beneficios.
¿Cómo empezó la filantropía?
Desde que existe el mundo, la solidaridad y la donación han sido parte de la historia de la humanidad. El origen del concepto de filantropía surgió en la antigua Grecia a través de la concepción de Aristóteles, quien veía la relación de amistad entre los hombres como un vínculo natural. Esta idea ha sido perpetuada a lo largo de los siglos por las sociedades cristianas occidentales y su práctica continúa hasta el día de hoy.
En Brasil, la filantropía y la asistencia social siempre estuvieron relacionadas con la caridad, como prácticas cristianas vinculadas a instituciones religiosas. Pero de manera estructurada, llegó a consolidarse luego de la Constitución Federal de 1988, con la creación del Certificado de Entidades con Fines Filantrópicos, en 1993.
Sólo a través de la ley 9.790/99 , con la regulación de las Organizaciones de la Sociedad Civil de Interés Público – OSCIP, se reconoció la importancia del tercer sector en el desarrollo de actividades filantrópicas.
¿De dónde surgió la responsabilidad social?
La “responsabilidad social” fue identificada por primera vez en un manifiesto de industriales ingleses. La idea era responsabilizar a los líderes de la industria de equilibrar los intereses de los empleados, accionistas y consumidores. Recién en el siglo XX surgieron las primeras manifestaciones en defensa de esta idea. El autor Oliver Sheldon escribió en su libro de 1923 sobre la relación entre el posicionamiento de la empresa y la sociedad. Su intención era unir la ética social con las actividades administrativas.
Esta nueva forma de gestionar cobró impulso después de la Primera Guerra Mundial. Porque se hizo realidad la posibilidad de cooperación entre industria y comunidad en la búsqueda de la reconstrucción de los países. Y esto quedó demostrado por el crecimiento de asociaciones, como sindicatos, iglesias y otros movimientos de la sociedad civil.
La responsabilidad social pasó a conocerse como situaciones en las que las empresas toman acciones para promover el bienestar interno y externo . Esta práctica es voluntaria y no podemos identificarla como impuesta por el gobierno u otros incentivos. Así, el beneficio es colectivo y no queda sólo en el público interno o externo de cada organización.
¿Cuál es la diferencia entre filantropía y responsabilidad social?
Si bien ambos conceptos se centran en el bienestar de las personas que nos rodean, presentan diferencias que orientan cómo podemos clasificar cada uno de ellos.
La filantropía en forma de donaciones de dinero, objetos y artículos de primera necesidad. Además, la filantropía puede ser realizada por individuos o empresas. O, simplemente, es capital privado para el bien público, sin esperar retorno económico.
La responsabilidad social es un conjunto de acciones tomadas para mejorar la calidad de vida de un grupo de personas. Estas intervenciones están dirigidas a las áreas de educación, medio ambiente, sostenibilidad, rentabilidad de las empresas y producción y distribución de ingresos. A su vez, este concepto trae la idea de deber cívico, es decir, la intención de cuidar de la sociedad y el medio ambiente, no sólo de los demás.
¿Cómo practicar la filantropía?
La filantropía no se trata sólo de dar dinero a los más necesitados. Para practicar la filantropía es necesario ser parte de este proceso. De esta forma lo que podemos ver es que las donaciones realizadas se realizan pocas veces, sin que exista interacción alguna. Sin embargo, esta actitud debe verse como un proceso que implica investigación, elección y conocimiento. Consulta la guía paso a paso para realizar esta acción.
1er paso
Para iniciar la filantropía, es importante elegir una causa y la audiencia a la que desea servir. Por ejemplo, tenemos jóvenes y adolescentes necesitados, refugios para drogadictos o personas sin hogar. Si aún no sabes cuál es la causa, ¡ haz la prueba y descúbrelo!
2do paso
Identifique la región en la que desea operar. Mucha gente prefiere ayudar a las instituciones cercanas. Sin embargo, es posible encontrar organizaciones que se encuentran a nivel municipal, estatal, federal e incluso global.
3er paso
Encuesta las instituciones que deseas apoyar. Lo importante en este caso es centrarse en las características que se consideraron en el primer punto. En este caso, vale la pena hacer una búsqueda en internet e incluso con gente de la ciudad para informarse sobre estos espacios.
4to paso
Realice una visita al sitio según los criterios que definió. De esta manera se puede ver en esencia y en el día a día cómo funciona el equipo. Además, podrás verificar que las acciones realmente están ocurriendo y que la causa se está tomando en serio.
5to paso
Elige la institución ideal y comienza tus donaciones. En este caso podrás optar por realizar las donaciones mencionadas, como dinero, ropa, alimentos y productos de limpieza e higiene personal.
¿Qué es la filantropía estratégica?
Dentro de la filantropía encontramos la llamada filantropía estratégica . Esta forma de donación se basa en evidencia para el desarrollo de un plan para realizar una donación guiado por el impacto en una comunidad.
La filantropía estratégica trabaja hacia el cambio sistémico, utilizando planificación creativa, ejecución ágil y seguimiento para lograr objetivos. La intención es resolver problemas sociales que dialogen con lo que las empresas y las personas tienen como valores y misiones fundamentales. Por tanto, este concepto se utiliza cuando los inversores sociales (ya sean empresas o particulares) realizan una inversión para solucionar problemas sociales.
El Greater Good Movement (MBM) es un ejemplo de organización social que ejerce la filantropía estratégica. La organización trabaja para identificar, conectar y habilitar iniciativas de impacto social. Su objetivo es consolidar el ecosistema filantrópico en Brasil. Esta dirección pretende lograrse mediante la movilización de líderes en la construcción de una sociedad más inclusiva.
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