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Futuro Bien Mayor: descubre el trabajo del Coletivo Multividas

5 minutos de lectura

Por Paula Yamamura

mayo 2024
Colectivo ayuda a agricultores a vivir en la región semiárida">

El colectivo participó del Futuro Bem Maior , realizado por Movimento Bem Maior , Phomenta e Instituto Phi, destinado a fortalecer iniciativas con impacto comunitario

“Itatuba” es un término ancestral, del tupi, que significa “lugar de muchas piedras”. Este nombre no sólo describe la geografía, sino que también resume la esencia de un municipio de la Región Metropolitana de Campina Grande, Paraíba, que tiene poco más de 10 mil habitantes, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE 2011). Entre los residentes se encuentra Shirley Luis da Silva, maestra desde hace 25 años y miembro del Coletivo Multividas, una organización que apoya a los trabajadores rurales para vivir en la región semiárida y defender los derechos humanos.

Hija de padres agricultores, Shirley comprendió, desde pequeña, que aquella era una tierra fértil, formada por gente firme como una roca, pero con pocas oportunidades. Más de la mitad de los habitantes de la región dependen de la agricultura familiar para su sustento, complementando sus ingresos con programas gubernamentales, como Bolsa Família, y jubilación.

“Surgimos con la experiencia de comunidades eclesiásticas de base. Era un grupo de capillas rurales, que se reunieron en ese momento para discutir el recorrido de cada capilla, en 1994. Cuando surgió este grupo, era religioso, pero con el tiempo también vimos otras cuestiones, compartiendo las potencialidades y debilidades de cada comunidad. ”, comenta el educador. “El nombre, Coletivo Multividas, se creó después, cuando llegó y se sumó el Servicio de Pastoral Migrante, trayendo consigo el programa de acceso al agua. Uno de los mayores problemas del éxodo rural en el municipio de Itatuba fue la migración de la población de las zonas rurales a las urbanas, por falta de agua”.

La iniciativa se amplió y los servicios se ampliaron, abarcando no sólo a familias de Itatuba, sino también de los municipios de Fagundes e Ingá. “Además de los aljibes, tenemos otras actividades dirigidas a los agricultores y a la agricultura, como los fogones económicos ecológicos. Además de reducir el costo del gas, utilizan la leña disponible en la comunidad, sin destruir la naturaleza, y permiten preparar tortas, snacks salados y otras variedades para que las familias puedan vender y ayudar con los ingresos del hogar”, destaca Shirley.

Otro punto fuerte del colectivo, que participa en redes como el Foro de Liderazgo Agreste y el Fondo de Solidaridad del Noreste, es el mantenimiento de los bancos de semillas criollos. En ferias y encuentros se dialoga con la sociedad sobre la importancia de conservar estos granos y denunciar la contaminación por transgénicos, pesticidas y el cambio climático.

“Hoy tenemos el banco de semillas en la comunidad Mãe Joana; un banco de semillas en la comunidad de Serra Velha, en Itatuba; un banco de semillas en el municipio de Ingá; y este año crearemos otro en Agrovila Águas de Acauã, un reasentamiento que alberga a familias afectadas por la construcción de la represa de Acauã”, comparte. “Hablamos de todo, desde guardar semillas hasta sembrar y toda esta capacitación, de convivencia con el semiárido, para que los agricultores puedan ser protagonistas de su propia historia, en sus casas, en sus campos. Queremos que puedan plantar y cosechar para preparar sus alimentos de forma segura y sin veneno. El objetivo principal es la familia. El mantenimiento y supervivencia de la familia”.

Futuro Bem Maior

A pesar del trabajo incansable, la sabiduría y el impacto positivo, el Colectivo sintió la necesidad de herramientas y estrategias de gestión para lograr aún más historias de éxito. Así descubrió Multividas el programa Futuro Bem Maior, una colaboración entre Movimento Bem Maior, Phomenta y el Instituto Phi , dedicada a fortalecer iniciativas comunitarias.

El programa, ahora en su cuarta edición, apoya a organizaciones sociales relevantes, pero con recursos limitados, en zonas de alta vulnerabilidad social. A través de la capacitación se busca promover el protagonismo de estos grupos, permitiéndoles alcanzar su misión con calidad y de manera sustentable.

“Cuando fuimos a ver el aviso nos dimos cuenta de que no estábamos formalizados. Era nuestra oportunidad. Fue con esa intención que nosotros, desde el Coletivo Multividas, participamos y gracias a Dios fuimos aprobados”, recuerda. “Pensábamos que era una ventana, pero ya nos abrió varias puertas, porque lo estamos poniendo en práctica. Damos el paso para que Multividas se formalice, para tener tu CNPJ. Ampliaremos el servicio en los bancos de semillas en las comunidades rurales. Antes perdimos varios avisos por no tener CNPJ, entonces esta oportunidad fue más allá, permitiéndonos organizarnos”.

El ciclo dura dos años. En 2023, las organizaciones seleccionadas exploraron desafíos, delinearon estrategias y diseñaron proyectos que se pondrán en práctica ahora, en 2024, con un capital semilla de 70 mil reales. “Es incluso difícil describir esta experiencia. La capacitación permitió no sólo la continuidad del proyecto, con el recurso en el segundo año, sino también una comprensión total de la organización”, comparte Shirley. “El Gran Bien Futuro nos dio la oportunidad de evaluarnos, planificar para poder empezar de nuevo. No empezar de nuevo, dejando atrás todo lo vivido. Sin salir de nuestra base, de nuestra esencia, pero viendo los frutos que tenemos que recoger. Llenamos nuestro equipaje de conocimiento y ahora rebosa a otras personas que forman parte de Multividas”.

Este año, el Colectivo celebrará su 30 aniversario y la docente ve este momento como una oportunidad para probar nuevas estrategias. “Entendemos la importancia de la visibilidad. Éramos un grupo que actuaba sólo dentro de la comunidad, ahora tenemos otra visión de la importancia de las redes sociales, no sólo para dar visibilidad a las acciones, sino también para promover los productos de la agricultura familiar”, afirma. “Otro cambio muy importante fue en el tema de los registros de actividad. Registro de servicios, atendidos, cambios. Hoy estamos en este proceso de organización. Éramos un colectivo sin datos concretos, testificamos a través de acciones y relatos, pero no teníamos registros, por eso estamos construyendo nuestra base de datos en base a los aprendizajes aprendidos durante la capacitación”.

De cara al futuro, la idea es fortalecer aún más todos los aprendizajes y atraer más apoyos que puedan garantizar la continuidad de la misión. Al igual que las semillas que tanto trabajan para preservar, ahora los miembros del colectivo también buscan sembrar sus historias y garantizar que las buenas prácticas se transmitan de generación en generación. “Espero que nuestro colectivo se formalice y pueda acceder a nuevos avisos. Pueden brindar oportunidades a los beneficiarios apoyados por Multividas, a los agricultores, especialmente a los jóvenes que viven en zonas rurales. Queremos empoderarlos, queremos que se conviertan en protagonistas de su propia historia, para que puedan colaborar dentro de su comunidad”, comparte Shirley. “Queremos aumentar la pasión de la gente por su tierra, para que los jóvenes no se hagan la ilusión de querer dejar sus orígenes para ir a las grandes ciudades. Migrar es un derecho, pero no debe ser forzado. Esperamos que no abandonen su patria, su espacio, sus historias y sus raíces por falta de oportunidades. Nuestro deseo es que la población rural tenga una región semiárida viva, donde puedan vivir bien”.

Este contenido se publicó originalmente en el blog de Phomenta el 19/03/2024. Para ver el blog y acceder a la versión original, haga clic aquí

 

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Obtenga más información sobre el futuro del bien común . Próximamente se abre la inscripción para la 5ª edición del programa, ¡estad atentos!